Nace en la ciudad de Este, Italia, en 1927. Siendo un niño se traslada a Venecia para estudiar Bellas Artes. A los 15 años se instala en Milán donde estudia con los grandes maestros Sironi y Carrá. Con ellos profundiza en los problemas del futurismo y de la metafísica.
A principios de los años 50, se traslada a Uruguay, donde tiene una prolífica carrera pintando grandes obras sacras como la Catedral de San José, la Iglesia de las Visitaciones y la Capilla de San José del Manga, donde se encuentra particularmente el Vía Crucis, una de las obras más importantes de sus años jóvenes. Su estadía en Uruguay transcurre entre los años 1951 y 1960. Desde 1955 a 1960 dirigió las clases de pintura del Instituto de Bellas Artes de San Francisco de los Padres Conventuales.
En 1960 regresa a Italia y retoma la pintura mural y de vitrales. A partir de entonces, sin descartar la pintura sacra, pasará a desarrollar una obra mucho más libre donde el paisaje (especialmente de Venecia), la naturaleza muerta y la figura femenina pasarán a jugar un rol preponderante. Su paleta tomará una intensidad muy fuerte y su contenido estará lleno de alegría y frescura. El número de exposiciones individuales es enorme. Sus obras se encuentran en museos y colecciones a lo ancho y largo del mundo. En Uruguay ganó tres Premios Nacionales y en el año 2004, su obra se declara Patrimonio Histórico Nacional. Su última gran obra sacra ha sido la Capilla de Santa Clara en la Pontificia Basílica de San Antonio de Padua.