Álvaro Diego Gómez Campuzano estudió arquitectura y paisajismo, disciplinas que condujeron su experimentación hacia las artes plásticas, y las cuales han incidido claramente en distintos momentos de su producción. Su trabajo ha sido presentado en importantes exposiciones colectivas, tanto en Colombia y otros países de América Latina, como en Estados Unidos y Europa.A pesar de que algunas de sus primeras obras pueden considerarse planimétricas debido a su exigua tridimensionalidad, en realidad toda su producción parte de concepciones espaciales que han ido separándose paulatinamente de los muros, hasta convertirse en obras exentas. El artista ha utilizado textiles, chatarras, piezas metálicas, resinas, planchas de concreto y piedras en la ejecución de sus obras. En su producción más reciente los procesos naturales juegan un papel fundamental, puesto que la oxidación, el moho y el crecimiento orgánico son los medios a través de los cuales plasma sus imágenes.Álvaro Diego Gómez Campuzano combina con entera libertad: el azar con lo determinado, los colores intensos y variados con el monocromatismo del acero inoxidable, y también, el atractivo de las texturas que estimulan la sensibilidad e invitan a una comprobación táctil, con argumentos geométricos que subrayan su racionalidad y que permiten vislumbrar las profundas reflexiones a que obedecen sus propuestas.