Reconoce entre sus principales impulsos formativos a los artistas José Gurvich y Guillermo Fernández. Fue alumno de José Gurvich entre 1959- 64. En 1963 fue cofundador del Taller Montevideo junto a Armando Bergallo, Héctor Vilche, Clara Scremini, Gorki Bollar. Con el grupo viaja por Holanda, Francia, Inglaterra exponiendo en galerías y espacios abiertos urbanos en distintas ciudades europeas. Todos habían pasado por el Taller Torres García y la enseñanza de Gurvich, que procedía de la misma matriz torresgarciana con sus propias opciones heterodoxas. Su retorno a Uruguay estuvo signado por la participación y militancia política hasta que cae preso en 1972. Vila en reclusión trabajó con materiales y papeles que podía conseguir, sonsacándoles sus posibilidades expresivas. En más de una ocasión afirmó que prefería moverse en el paisaje urbano, motivándose en la ciudad y su memoria, desde mínimos sustratos materiales que la ciudad desecha u objetos que le llaman la atención en las calles: desde la ropa colgada, los palillos que la sostienen, pequeños objetos insertos en el pavimento, agujeros, deterioros, el signo mínimo que alcanza para identificar la humanidad de un rostro, conocidos o anónimos, vecinos, tíos, poetas, pintores, músicos y cantantes, futbolistas; un universo con ecos de correspondencias de iconografías personales y locales. Hacia los años 2000 sus obras se emancipaban del marco y soportes rígidos, el artista opta por suspenderlas de piolines o materiales delgados, dando la sensación de ligereza en el espacio y en el tiempo. Los objetos, en su mayoría hechos de papel, cartón o plástico (se sirve de materiales que la ciudad desecha) son rodeados y penetrados de aire, por tanto se mueven, balancean, o giran sobre sí mismos, con cierta complicidad del artista. Vila ha participado hasta el momento en más de cien exposiciones colectivas, y en más de cincuenta exposiciones individuales. Participó en la VII Salón Internacional de París (1966), 35º y 52º Bienal de Venecia (en 1970 se presentó con el colectivo Taller Montevideo que funcionaba en aquel entonces en Londres) ; Bienal de La Habana (1997, 1999). Recibió el Premio Figari, 2002 . Realizó numerosas muestras individuales en el exterior y en el medio local, entre las que se destacan: Galería "U", Montevideo, 1972, Museo Torres García, Montevideo, 1996; Casa de la Cultura, Maldonado, 1996; Museo Juan Zorrilla de San Martín, Montevideo,1998; Molino de Pérez, Montevideo, 2001; Museo Juan Manuel Blanes, Montevideo, 1993, 2006; Instituto Goethe, Montevideo, 2007.